Los síntomas de la demencia abarcan dificultad en muchas áreas de la función mental, incluyendo:
- El comportamiento emocional o la personalidad.
- El lenguaje.
- La memoria.
- La percepción.
- Pensamiento y juicio, es decir, las funciones cognitivas.
El deterioro cognitivo leve (DLC) es la fase entre el olvido normal y la aparición de la demencia. Las personas con DLC tienen ligeros problemas con el pensamiento y la memoria que no interfieren con las actividades cotidianas.
NO TODAS LAS PERSONAS CON DLC SUFREN DEMENCIA.
Los síntomas del DLC incluyen:
- Dificultad para realizar más de una tarea a la vez.
- Dificultad para resolver problemas y tomar decisiones.
- Olvidar nombres, familiares, eventos o conversaciones recientes.
- Tardar más tiempo en llevar a cabo actividades mentales más complicadas.
Los síntomas tempranos de la demencia son los siguientes:
- Dificultad para realizar tareas que exigen pensar un poco.
- Perderse en rutas familiares.
- Problemas con el lenguaje, como dificultad para encontrar el nombre de un objeto familiar.
- Perder el interés en actividades que disfrutaba.
- Colocar los artículos en el lugar que no les corresponde.
- Cambios en la personalidad y pérdida de habilidades sociales.
- Desempeño deficiente de tareas laborales.
Cuando la demencia va empeorando, los síntomas interfieren con la capacidad para cuidarse, pudiendo incluir:
- Cambio en los patrones de sueño.
- Dificultad para realizar tareas básica, como preparar la comida o escoger la ropa.
- Olvidar detalles sobre hechos de la actualidad.
- Olvidar acontecimientos de la historia de su propia vida.
- Tener alucinaciones, discusiones, comportamientos violentos o dar golpes.
- Tener delirios, depresión y agitación.
- Mayor dificultad para leer o escribir.
- Falta de juicio y pérdida de capacidad de reconocer el peligro.
- Uso de palabras erróneas.
- Retraerse del contacto social.
La demencia también puede producir: problemas para controlar las deposiciones o la micción y problemas para tragar.